MI VIDA A TRAVÉS DEL TIEMPO (2ª PARTE)

En La Mancha, en el invierno, el día que no hay niebla hay hielo, por eso estás mojado o helado e incluso las dos cosas a la vez; no hay que explicar lo mal que lo puede pasar un niño a esa edad desempeñando dichos trabajos. También había cosas buenas o así las veía yo: por allí están los ojos del Guadiana, que es donde nace el río. Podía pescar cangrejos, peces como el barbo o la carpa y el lucio; y disfrutar de la naturaleza de aquel precioso lugar… por eso, me encanta y admiro tanto la naturaleza.

Siguiendo con mi vida y mi aprendizaje puedo decir que muchos fueron los oficios que desempeñé: vendimiar, podar, regar, trillar, segar con cosechadora y aún algunos más.

Allí conocí a mi mujer a los quince años. Ella tenía catorce. Para mi y creo que para ella también fue algo extraordinario porque nos dábamos el cariño que no recibíamos de nuestros padres. Por eso, cuando cumplí el servicio militar y pudimos, nos casamos y no sé si fue porque éramos valientes o porque queríamos cambiar de vida. Nos vinimos a Alicante y aquí, entre unas cosas y otras, nos hemos ido haciendo mayores.

Respecto a los estudios, muchas son las veces que lo he intentado sin éxito, mi larga jornada de trabajo siempre suponía dificultades. Ahora que estoy libre voy a las clases de adultos y me encuentro muy a gusto en ellas: espero recuperar algo de lo que no pude aprender a lo largo de mi vida.

            

Vicente García_Consuegra borondo nostalgia

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